Los Asháninkas
La Reserva Comunal El Sira (en verde) y su área de amortiguamiento (Mapa de la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional GIZ, 2011)
Los Asháninkas
Panguana se encuentra entre las laderas orientales de los Andes (a unos 150 km) y a la cordillera de “Los Cerros del Sira” que se extienden paralela e aisladamente (a unos 40 km de distancia) – una ubicación geográfica particular que es responsable de la biodiversidad muy especial en este amplio “valle” en la cuenca alta del Amazonas. Algunas tardes se puede observar claramente desde Panguana la silueta azul de las montañas apenas exploradas de hasta 2500 m de alto. Estas son muy inaccesibles y a pie se llega en tres días.Sobre toda la cordillera se expande la “Reserva Comunal El Sira” que con sus 616 413 hectáreas es la Reserva Comunal más grande del Perú y es casi equivalente a un área natural protegida por el gobierno. Se extiende sobre el departamento de Ucayali, Huánuco y Pasco. La parte más al sur en Pasco incluso pertenece a la Reserva de Biósfera Oxapampa – Asháninka – Yanesha. (Reserva de Biósfera Oxapampa – Asháninka – Yanesha).
Unas 400 tribus nativas de indígenas viven en la cuenca del Amazonas y 5 grupos étnicos habitan en la zona de amortiguamiento alrededor de la Reserva de El Sira: los Asháninkas, Yaneshas, Aschéninkas, Cocama-Cocamilla y Shipibo-Conibo. Los Asháninkas conforman con más de 80 000 personas el pueblo indígena más gran de la selva peruana. “Asháninka” significa “Hermanos, personas con el mismo idioma”.
Varias familias asháninkas habitan en el poblado Pampas Verde y son los vecinos más cercanos a 3 km de distancia, los cuales son parte de las “Comunidades Nativas Asháninka Nuevos Unidos Tahuantinsuyo” junto a otros siete sectores. Ellos gozan aún de condiciones de vida muy originarias a los pies del Sira.
Las escuelas y las comunidades nativas son apoyadas por Hofpfisterei y Panguana a petición de los profesores y del concejo de la comunidad, en especial con útiles escolares, artículos deportivos y proyectos para la mejora de la infraestructura.
Mansas crías de animales salvajes son muy populares por los nativos como mascotas.
A este mono choro juvenil no le gustan las fotos y se acurruca temeroso a su madre sustituta Una niña asháninka lleva sobre un palo dos mansos loros cabeciazules juveniles (Pionus menstruus) ¡Nos son hermanos! Dos guacamayos rojos que miran a la camara con recelo. Delante un guacamayo aliverde (Ara chloropterus) y detrás un guacamayo macao (Ara macao)